
Magnesio
El magnesio es un mineral que participa en más de 300 procesos bioquímicos corporales. Asegura el crecimiento saludable y el mantenimiento de los huesos y dientes, ayuda a la función muscular y nerviosa y también regula el ácido estomacal. Es necesario para la adecuada evacuación intestinal y ayuda al proceso digestivo. Reduce el cansancio y la fatiga. Contribuye con la función psicológica normal y profundización de sueño. Participa en el metabolismo energético normal y la formación de proteínas. Ayuda a mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo y la hidratación de los tejidos. Ayuda en el metabolismo de proteínas, grasas y carbohidratos y en la producción de energía.
- Mayor energía.
- Apoyo digestivo.
- Balance emocional y del sueño.
- Huesos y dientes saludables.
- Mejor hidratación.
- Apoyo neurológico y muscular.
¿Cuánto dura una sesión de terapia intravenosa?
Una sesión promedio toma de 30 a 45 minutos. Los tratamientos con NAD y las infusiones con quelantes que se explican a continuación, pueden necesitar de 1.5 a 3 horas para completarse. Los tratamientos especializados pueden incluir procedimientos que se realizan antes o después del goteo intravenoso y se puede extender el tiempo total de la sesión.
¿Qué tan rápido sentirá los efectos del suero intravenoso?
Los tratamientos de terapia intravenosa a menudo dejan a la persona sintiéndose renovada y revitalizada una vez que se completan las sesiones porque hidratan el cuerpo rápidamente y aportan nutrientes. La rapidez con la que se sienten otros efectos varía según el tratamiento y el problema de salud que esté abordando, entre otros factores. Hay algunos efectos que son acumulativos como por ejemplo la desintoxicación hepática o el aumento del rendimiento cognitivo, ya que estas funciones que requieren de tiempo para optimizarse y generar efectos perceptibles en la salud, sensación de bienestar y agilidad mental.
¿La terapia intravenosa es buena para usted?
La terapia intravenosa es un método de tratamiento versátil que puede ayudar a abordar una amplia variedad de condiciones de salud. Como resultado, la terapia intravenosa se ha vuelto más popular en los últimos años como un tratamiento para abordar la salud en general y prevenir problemas específicos. Los tratamientos intravenosos aseguran que el cuerpo esté hidratado y rico en nutrientres, lo cual es esencial para que funcione de manera óptima. Este tipo de terapia puede contribuir o maximizar los efectos de otros tratamientos que esté llevando.
El ingrediente más abundante en la terapia intravenosa son los líquidos, también conocidos como soluciones salinas. Los líquidos intravenosos hacen más que solo administrar vitaminas y medicamentos. Los líquidos intravenosos ayudan a hidratar el cuerpo, lo cual es esencial para el correcto funcionamiento de todos los órganos. La hidratación tiene dos componentes: líquidos y electrolitos.
El comportamiento del volumen de las células en una solución se conoce como tonicidad. Las células tienen dos partes: intracelular, que es el interior de la célula, y extracelular, que es el exterior de la célula. El líquido puede transferirse entre estas dos partes en un proceso conocido como ósmosis para alcanzar la tonicidad ideal, que es el estado isotónico.
Los electrolitos son minerales contenidos en el cuerpo que tienen una carga eléctrica. Los electrolitos son necesarios para varias funciones corporales esenciales, que incluyen:
- Transferencia de vitaminas y nutrientes a las células.
- Eliminar los deshechos de las células.
- Apoyar la función cerebral, muscular, cardiaca y nerviosa.
- Equilibrar los niveles del agua.
- Equilibrar los niveles del pH (Acidez).
La administración de cualquier tipo de tratamientos por vía intravenosa puede presentar algunos efectos secundarios, sin embargo, estos se mitigan significativamente cuando se busca tratamiento de un médico con licencia, capacitado y experimentado. Algunos ejemplos son:
- Hematoma (“morete”) en el lugar de la aplicación.
- Endurecimiento e inflamación de la vena.
- Ardor en la vena durante la aplicación.
- Alergia a alguno de los ingredientes.
- Nauseas o mareos.